Hedwig Eva Maria Kiesler, era hija de un banquero y cursó estudios de ingeniería, pero los abandonó para dedicarse a su verdadera pasión: el cine. Así, comenzó una primera etapa trabajando como actriz en Europa, que terminó con “Extasis”, película checa en la que Hedy aparece desnuda; fue la primera vez que una actriz se desnudaba en una película comercial. El escándalo que provocó esta película forzó su retirada del cine.
Tras retirarla del cine, su padre la obligó a casarse con un industrial alemán pronazi, que la mantuvo practicamente secuestrada durante cuatro años hasta que, en una historia digna de una película de aventuras, la joven escapó de su marido huyendo primero París, luego a Londres y finalmente a los Estados Unidos.
Hay que decir que los años de su matrimonio los aprovecho para continuar sus estudios de ingeniería, y para recopilar toda la información que pudo sobre los clientes y amigos de su marido, información que posteriormente entregaría a las autoridades estadounidenses.
En aquella época, uno de los problemas mas graves a los que se enfrentaban los militares era la fragilidad de las comunicaciones por radio. Por un lado, el enemigo podía escuchar los canales utilizados por sus tropas, lo que les permitía, ademas de enterarse de sus comunicaciones, triangular el origen de la transmisión y así localizar al emisor. Ademas, el enemigo, en el momento en que detectaba una transmisión, podía enviar una señal parásita en ese mismo canal, lo que interfería y anulaba la transmisión.
Este problema era especialmente grave en el caso de los espias, que cada vez que enviaban una transmisión no solo estaban delatando su posición, sino que las interferencias enemigas podían hacer su trabajo inutil. Ademas, el problema de la fragilidad de las comunicaciones por radió también tenía paralizados los proyectos para crear misiles y torpedos teledirigidos, ya que la facilidad para interferir las señales de radio hacía a estas armas totalmente inviables.
Una vez en Estados Unidos, ademas de retomar su carrera como actriz, empezaría a trabajar en una solución para el problema de las comunicaciones por radio; para ello, inventó unos equipos de radio que iba cambiando de canal continuamente, con lo que al enemigo le resultaba imposible seguir la señal.
En el aparato diseñado por Hedy, el cambio de frecuencias seguía un patrón fijo que estaba grabado en un tambor; tanto el transmisor como el receptor debían conocer este patrón y estar adecuadamente sincronizados. Hedy patentaría este aparato en 1941, bajo el nombre de “sistema de comunicaciones secreto”; sería la patente número 2.292.387, que podemos ver completa en esta página de Google Patents.
Tras retirarla del cine, su padre la obligó a casarse con un industrial alemán pronazi, que la mantuvo practicamente secuestrada durante cuatro años hasta que, en una historia digna de una película de aventuras, la joven escapó de su marido huyendo primero París, luego a Londres y finalmente a los Estados Unidos.
Hay que decir que los años de su matrimonio los aprovecho para continuar sus estudios de ingeniería, y para recopilar toda la información que pudo sobre los clientes y amigos de su marido, información que posteriormente entregaría a las autoridades estadounidenses.
En aquella época, uno de los problemas mas graves a los que se enfrentaban los militares era la fragilidad de las comunicaciones por radio. Por un lado, el enemigo podía escuchar los canales utilizados por sus tropas, lo que les permitía, ademas de enterarse de sus comunicaciones, triangular el origen de la transmisión y así localizar al emisor. Ademas, el enemigo, en el momento en que detectaba una transmisión, podía enviar una señal parásita en ese mismo canal, lo que interfería y anulaba la transmisión.
Este problema era especialmente grave en el caso de los espias, que cada vez que enviaban una transmisión no solo estaban delatando su posición, sino que las interferencias enemigas podían hacer su trabajo inutil. Ademas, el problema de la fragilidad de las comunicaciones por radió también tenía paralizados los proyectos para crear misiles y torpedos teledirigidos, ya que la facilidad para interferir las señales de radio hacía a estas armas totalmente inviables.
Una vez en Estados Unidos, ademas de retomar su carrera como actriz, empezaría a trabajar en una solución para el problema de las comunicaciones por radio; para ello, inventó unos equipos de radio que iba cambiando de canal continuamente, con lo que al enemigo le resultaba imposible seguir la señal.
En el aparato diseñado por Hedy, el cambio de frecuencias seguía un patrón fijo que estaba grabado en un tambor; tanto el transmisor como el receptor debían conocer este patrón y estar adecuadamente sincronizados. Hedy patentaría este aparato en 1941, bajo el nombre de “sistema de comunicaciones secreto”; sería la patente número 2.292.387, que podemos ver completa en esta página de Google Patents.